Cristina Hernández, mamá de Sebastián

Desde que nació mi hijo Sebastián en marzo 2014, me dijeron que tenía un soplo en el corazón, desde entonces el cardiologo pediatra nos dijo que necesitaba operación, pero sería hasta los 5 años. Sin embargo, en julio 2015 lo notaba extraño y cambiando de cardiólogo nos dijo que era urgente la operación, mi hijo tenía una malformación congenita llamada comunicación interventricular y esto había ocasionado aumento de la presión pulmonar, vimos varias opciones en San Luis Potosí, pero no hay cirujanos cardiólogos pediatras que lo pudieran operar, nos recomendaron con el Dr. Mario Gómez del Instituto de Cardiología en México, que había tiempo de espera. Fue muy angustiante tomar la decisión por que tenía otro pequeño de 8 meses que no quería dejar en casa.

Desde que tuvimos contacto con el Dr. Mario Gómez nos dio mucha tranquilidad de saber que el niño iba a estar bien y que se podía operar. Incluso el seguro de gastos médicos lo podía cubrir, lo cual era también importante por que no contábamos con los recursos para una operación de ese tipo.

Aun antes de ir a México, el Dr. Mario Gómez se ponía en contacto con nosotros para saber como estaba el niño y como estábamos nosotros, la verdad es que fueron dos meses de espera con angustia y mucho temor. Sin embargo, cuando recibíamos sus llamadas nos tranquilizaba. Nos citaron para hacerle los exámenes preoperatorios el 10 y 11 de Septiembre, íbamos con mucho miedo, pero con la esperanza en que todo iba a salir perfecto. Desde que llegamos el trato fue excelente, de todo el personal, enfermeras, doctores, personal de limpieza, religiosas, todos.

Le hicieron los exámenes a Sebastián y el viernes por la tarde nos dieron la noticia de que traía la presión pulmonar demasiado alta por lo que tal vez no era buen candidato para operación. Fue el peor momento de mi vida. Nos dieron la opción de hacer un cateterismo y ver si así bajaba la presión y poder operarlo, pero sería hasta el lunes. El fin de semana más largo. El sábado mi pequeño estaba jugando y entro una religiosa y nos dijo “fíjese en su niño, él es fuerte, mírelo! esta contento y les esta dado una muestra de coraje y valentía, así que ahora demuéstrenle ustedes lo mismo”. El lunes le hicieron el estudio y la presión pulmonar habia bajado a un rango permisible para la cirugía, así que lo operaron el día 15. Fueron horas de oración, de encomendarnos a Dios, pero con mucha fé de que todo iba a salir bien.

Salió bien de la operación y el Doctor Mario Gómez nos explicó lo que hizo en la cirugía, que iba a estar varios días en terapia intensiva, que era lo mejor en estos casos. Al día siguiente Sebastian estaba bien, muy bien cuidado y apapachado. Salió 3 días después de terapia intensiva y con mucho ánimo. Su presión pulmonar quedó un poco alta, pero solo habría que darle seguimiento a su operación y a su presión pulmonar en San Luis Potosí. El Doctor Mario Gómez me aseguró que Sebastián ya no tendría problemas con su corazón.

Al mes estábamos en casa en San Luis Potosí, con Sebastián reincorporándose a su vida normal. Fuimos al mes con la Cardióloga Pediatra en San Luis Potosi y nos dijo que la cirugía había sido perfecta, que había quedado muy bien y que solo había que darle seguimiento a su presión pulmonar por que quedó un poco alta respecto a lo normal.

Lo revisó durante dos años seguidos y ha estado muy bien !! ahora nos citó hasta que Sebastian cumpla 7 años para volver a checarlo. Pero Gracias a Dios y a sus excelentes Doctores ha estado bien. Gracias inmensas al Dr. Mario Gomez, al Dr. Juanico, al Dr. Gregorio Tomas Obrador. Y a todos los que nos apoyaron un mes en México.